Si pensamos en un elemento frágil por excelencia, seguramente a todos nos viene a la mente el cristal o la cerámica, sin embargo, pese a su fragilidad, los objetos de cristal o cerámica pueden protegerse para que no sufran daños durante su transporte, traslado o almacenaje. Te damos algunos consejos para hacerlo:
- En primer lugar envuelve con papel de seda para evitar rozaduras , puedes usar blanco o de colores si necesitas que el embalaje tenga un aspecto más especial
- Rellena el interior y los huecos del objeto, puedes usar elementos de relleno o papel arrugado
- Envuelve todas las partes que sobresalgan con papel o plástico de burbujas, y después envuelve toda la pieza, para que quede compacto, sin partes salientes que puedan golpearse, por ejemplo asas u otros salientes
- Si el objeto es de gran valor no está de más que lo pongas en una caja que con bolsas de espuma de embalaje, es suficiente colocar una encima y otra debajo y evitan arañazos y golpes.
- Si vas a envolver varios objetos en una pila (por ejemplo platos) es mejor que los separes entre ellos con una hoja de cartón y después embales todo con papel de burbuja. Si no vas a transportarlos no sería necesario el recubrimiento exterior y valdría separarlos con cartón de nido de abeja

- Con los objetos frágiles utiliza siempre cajas de cartón de canal doble que mantienen la rigidez para proteger el producto aunque estén apiladas
- Pon relleno debajo y encima de los objetos frágiles para que queden seguros en el centro de la caja, puedes usar chips de relleno, burbujas o almohadas de aire, entre otros sistemas de relleno
- No olvides sellar bien con cinta adhesiva el envase en función de su peso y de cuál va a ser su destino (almacenaje, transporte, traslado,…

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